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domingo, 1 de noviembre de 2015

HOY EN GRANDES PERSONAJES DE LA HISTORIA MIGUEL DE CERVANTES


Es considerado la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y traducido de la historia, sólo superado por la Biblia.
Se le ha dado el sobrenombre de «Príncipe de los Ingenios»
Desde el siglo XVIII está admitido que el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes fue Alcalá de Henares, dado que allí fue bautizado, según su acta bautismal, y que de allí aclaró ser natural en la llamada Información de Argel (1580).
El día exacto de su nacimiento es menos seguro, aunque lo normal es que naciera el 29 de septiembre, fecha en que se celebra la fiesta del arcángel San Miguel, dada la tradición de recibir el nombre del santoral del día del nacimiento.
Sus abuelos paternos fueron el licenciado en leyes Juan de Cervantes y doña Leonor de Torreblanca, hija de Juan Luis de Torreblanca, un médico cordobés; su padre se llamaba Rodrigo de Cervantes (1509-1585) y nació en Alcalá de Henares porque su padre tenía entonces trabajo allí; fue cirujano, oficio más parecido al actual practicante que a nuestra idea de médico, y padecía desde niño una extrema sordera, por lo que sus hijos solían acompañarlo a menudo para actuar como intérpretes.
Se ha conservado una providencia de Felipe II que data de 1569, donde manda prender a Miguel de Cervantes, acusado de herir en un duelo a un tal Antonio Sigura, maestro de obras.
Si se tratara realmente de Cervantes, ése podría ser el motivo que le hizo pasar a Italia.
Llegó a Roma en diciembre del mismo año.
Se pone al servicio de Giulio Acquaviva, que será cardenal en 1570, y a quien, probablemente, conoció en Madrid.
Le siguió por Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara.
Pronto lo dejará para ocupar la plaza de soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Moncada.
Embarcó en la galera Marquesa.
El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros», formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria, «hijo del rayo de la guerra Carlos V, de felice memoria», y hermanastro del rey, y donde participaba uno de los más famosos marinos de la época, el marqués de Santa Cruz, que residía en La Mancha, en Viso del Marqués.
De ahí procede el apodo de Manco de Lepanto.
La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de ella cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio.
Aquellas heridas no debieron ser demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó su vida militar, en 1572.
Tomó parte en las expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573).
En todas ellas bajo el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el tercio de Lope de Figueroa, que aparece en El alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.
En 1587, viaja a Andalucía como comisario de provisiones de la Armada Invencible.
Durante los años como comisario, recorre una y otra vez el camino que va de Madrid a Andalucía, pasando por Toledo y La Mancha (actual Ciudad Real).
Ese es el itinerario de Rinconete y Cortadillo.
Es encarcelado en 1597 en la Cárcel Real de Sevilla, entre septiembre y diciembre de ese año, tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación.
Supuestamente Cervantes se había apropiado de dinero público y sería descubierto tras ser encontradas varias irregularidades en las cuentas que llevaba.
En la cárcel «engendra» Don Quijote de la Mancha, según el prólogo a esta obra.
No se sabe si con ese término quiso decir que comenzó a escribirlo mientras estaba preso o, simplemente, que se le ocurrió la idea allí.
Cervantes fallece en Madrid a la edad de 68 años de diabetes, en la conocida Casa de Cervantes, situada en la esquina entre la calle León y la calle Francos, en el ya citado barrio de las Letras o barrio de las Musas, en el entorno del conocido Madrid de los Austrias.
Cervantes deseó ser enterrado en la iglesia del Convento de las Trinitarias Descalzas, en el mismo barrio, ya que cuando fue llevado preso en Argel, la congregación de los trinitarios ayudó, hicieron de intermediarios y recogieron fondos para que él y su hermano Rodrigo fueran liberados.

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