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lunes, 24 de agosto de 2015

Hoy en ¡AQUI TE LO EXPLICO! ¿QUE ES EL ARDOR POR REFLUJO?




También traducida como ERGE, el reflujo gastroesofágico consiste en el paso del contenido gástrico desde el estómago al esófago debido a la alteración en los mecanismos de barrera a ese nivel.
Esto no siempre se considera patológico, ya que el reflujo gastroesofágico se produce también en sujetos sanos. La diferencia estriba en que, en circunstancias normales, los episodios de reflujo tienen un carácter esporádico, el tiempo de contacto del ácido gástrico con la mucosa esofágica es breve, y la resistencia del esófago a los agentes agresivos está conservada. Cuando alguno de estos factores se altera, se produce la enfermedad por reflujo gastroesofágico, de tal forma que se define como reflujo patológico aquel que es capaz de producir síntomas o inflamación del esófago.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando se desequilibra el balance entre los factores agresores y los factores defensivos de la mucosa esofágica. Por ello, las causas que favorecen el desarrollo de la enfermedad son múltiples.
Causas del reflujo gastroesofágico
Una de las causas más importantes y conocidas es la alteración a nivel del esfínter esofágico inferior, que es un anillo muscular que rodea al esófago en su unión con el estómago, y permanece cerrado impidiendo que el contenido del estómago vuelva de nuevo al esófago. Cuando el esfínter se altera y se produce una disminución de su presión en reposo, se relaja y no ejerce bien su función, de forma que el contenido estomacal refluye. Determinados fármacos y sustancias como el alcohol, el chocolate o el tabaco favorecen la relajación del esfínter y, por lo tanto, el reflujo.
Otro de los factores que determinan la aparición de la enfermedad por reflujo es la alteración del “aclaramiento esofágico”, es decir, la capacidad del esófago para vaciar de forma rápida y completa el contenido gástrico refluido.
Por último, la alteración de la resistencia de la mucosa para soportar los factores agresivos puede favorecer también la aparición de la enfermedad y de lesiones en el esófago.
El reflujo gastroesofágico es uno de los trastornos digestivos más frecuentes. Los estudios demuestran que hasta el 15% de la población presenta síntomas de reflujo al menos una vez a la semana, y que alrededor del 7% los sufren a diario.
Muchas veces, si todavía no existe alteración en el esófago y hay solo reflujo, este es asintomático.
La pirosis es el síntoma más frecuente del reflujo gastroesofágico: consiste en la sensación de quemazón o dolor a nivel del esternón. Aumenta tras comidas abundantes y si el paciente se tumba.
También puede aparecer la regurgitación de un material agrio en la boca, dificultad para tragar o dolor torácico. De hecho, el reflujo es una causa muy frecuente de dolor torácico no cardiaco, que a veces puede ser clínicamente indistinto de un dolor torácico debido a un infarto agudo de miocardio.
Otras veces, las manifestaciones clínicas del reflujo son distintas y muy variadas: eructos, dolor abdominal, sensación de pesadez después de las comidas, náuseas, hipo, etc. Sin embargo, en otras ocasiones, el reflujo puede manifestarse como molestias en la faringe y en la laringe, como afonía o sensación de un cuerpo extraño en la garganta.
Las alteraciones respiratorias también son muy frecuentes, pudiendo aparecer tos nocturna, neumonía, bronquitis, broncoconstricción, asma crónica, etcétera.
En el caso de que existan ulceraciones en la mucosa del esófago, podrían aparecer también hemorragias.
En los niños, la manifestación principal va a ser la regurgitación excesiva del contenido del estómago a la boca, y aparecerán fundamentalmente síntomas respiratorios. También puede manifestarse como anemia, retraso en el crecimiento o tortícolis intermitente

HOY EN ¡AQUI TE LO EXPLICO! ¿QUE SON LOS ACEITES ESENCIALES?


Los aceites esenciales son característicos de los magnoliales, los laurales, los austrobaileyales y los piperales, y también de algunas familias no emparentadas con estos órdenes, como Myrtaceae, Rutaceae, las familias de apiales, Lamiaceae, Verbenaceae y Asteraceae.

Están presentes en distintas partes de la planta:

en las flores (como en el caso de la lavanda, el jazmín y la rosa)
en todo el árbol (como sucede con el eucaliptus)
en las hojas (la citronela)
en la madera (el sándalo)
en la raíz (el vetiver)
en la resina que exudan (el incienso, la mirra y el benjuí)
en la cáscara de los frutos (el limón, la naranja y la bergamota)
Dentro de los tejidos vegetativos, se encuentran en células esféricas o diferentes cavidades o canales en el parénquima, y cuando dan el olor a las flores, se encuentran en las glándulas odoríferas, desde donde son liberados.

Nomenclatura
Se denominan con el mismo nombre de la planta de origen: aceite esencial de lavanda, aceite esencial de limón, etc.

De algunas plantas se extrae más de un aceite esencial, en cuyo caso el nombre varía. Por ejemplo, de las flores del naranjo se extraen: por destilación, el nerolí o azahar; por destilación de los frutos recién formados, el petitgrain, y de la cáscara o corteza de los frutos, el aceite esencial de naranjo.

En algunos casos es necesario recurrir a la nomenclatura botánica para evitar confusiones. Por ejemplo, el aceite esencial de palo de rosa proviene de la planta Aniba rosaeodora, que no tiene ningún parentesco con la rosa de jardín que conocemos.

Obtención
Los aceites esenciales son muy inestables: volátiles, frágiles, y alterables con la luz. Para obtenerlos de la fuente natural, se utilizan principalmente dos métodos:

Destilación en corriente de vapor (o por arrastre de vapor).
Extracción, que puede ser por presión en frío (exprimiendo sin calentar), por enfleurage (maceración), entre otros. También se pueden extraer aceites esenciales mediante su disolución en aceites vegetales (almendra, durazno, maní, oliva, sapuyul).
Son muy concentrados, por lo que sólo se necesitan pequeñas cantidades para lograr el efecto deseado (del orden de los miligramos).

También se pueden sintetizar en forma artificial, que es la manera más habitual de obtenerlos, debido a que la gran demanda de estos productos no llega a ser abastecida por las fuentes naturales.

Estructura química

Estructura molecular del isopreno, la unidad química de los terpenoides, compuesto principal de los aceites esenciales.
Están formados principalmente por terpenoides volátiles, formados por unidades de isopreno unidas en estructuras de 10 carbonos (monoterpenoides) y 15 carbonos (sesquiterpenoides). Las sustancias responsables del olor suelen poseer en su estructura química grupos funcionales característicos: aldehídos, cetonas, ésteres, etc.

Cada aceite lo integran por lo menos 100 compuestos químicos diferentes, clasificados como aldehídos, fenoles, óxidos, ésteres, cetonas, alcoholes y terpenos. También puede haber muchos compuestos aún por identificar.

Aplicación

Al aceite de lavanda se usa en aromaterapia para las heridas y quemaduras.
El uso principal de los aceites esenciales es en perfumería. Los fenoles y terpenos de los aceites esenciales, los fabrican las plantas para defenderse de los animales herbívoros. Actúan como mensajeros químicos. Los aceites esenciales se mezclan con los naturales de la piel reforzando la nota de fondo... motivo por el cual cada piel le confiere a un mismo perfume un aroma particular y diferente.

El clima también influye: en el más cálido o húmedo se evaporan con más facilidad las notas altas, por lo que se acentúan las de fondo, motivo por el cual las fragancias nos parecen más intensas en verano. En contacto con la epidermis, los perfumes, sufren alteraciones a los 30 minuntos siguientes (nota alta) y otra al cabo de algunas horas (las notas media y baja).

También ha sido tradicionalmente utilizados en botánica sistemática para establecer parentescos entre plantas, al principio en forma indirecta (utilizando el olor como carácter), luego en su forma química.

También se les está utilizando como conservadores para alimentos, especialmente cárnicos. Por sus propiedades insecticidas y acaricidas que poseen algunos aceites, se los produce con fines de controlar algunas plagas de manera ecológica.

Otro uso es en la terapia alternativa denominada aromaterapia. Por ejemplo, el aceite de lavanda se usa para las heridas y quemaduras, y el aceite de jazmín se utiliza como relajante.

Precauciones
Es importante señalar que la mayor parte de los aceites esenciales no pueden aplicarse en su estado puro directamente sobre la piel, ya que son altamente concentrados y pueden quemar la piel.
Antes de aplicarlos es necesario diluirlos en otros aceites, conocidos como aceites bases, o en agua.
Preferentemente los aceites esenciales no deben de ser ingeridos.
No deben entrar en contacto con los ojos. En caso de hacerlo deben de lavarse los ojos con abundante agua, evitando tallarse con las manos.
Deben de usarse con moderación en mujeres embarazadas y niños.
No confundir los aceites esenciales con los aceites sintéticos, su calidad es muy inferior a los aceites esenciales y si son aplicados en la piel causan quemaduras y alergias .
Conservación
Los aceites esenciales siempre debe de estar protegidos de la luz y mantenerse en la botellas de vidrio herméticamente cerradas, de preferencia botellas de color azul, ya que este color es específico para los aceites esenciales.